Artistas en serie
En tour por una pasarela rectangular, inundada de luces fucsias, que hacen que se asimile más a una de desfile de moda, me devoro con la mirada a “Los Proverbios” de Goya, una serie de grabados que dan la bienvenida al visitante de la exposición “Los tres Grandes de España”.
Un joven Guía, me cuenta el por qué de las formas monstruosas y apocalípticas de las obras del sarcástico Goya: seres con garras y ceños animalescos, caóticos y oscuros que parecen enfurecidos por algo: los errores del hombre del siglo XVIII. Y es que este atormentado artista quedó sordo a los 46 años, en 1742, lo que convirtió a sus ojos – y por ende a sus grabados- en los críticos sociales más ácidos de aquella época, lo que le costó persecuciones de la inquisición.
Sin duda, Goya fue un gran observador de las falencias de su sociedad, y las grabó en claros y oscuros que ironizan las aberraciones conductuales de nuestros antepasados. Absurdos que aún no han cambiado mucho hasta nuestros días, como las viejas copuchentas que intentan a como de lugar salirse con la suya. Las críticas a la banalidad e ignorancia a quienes nos gobiernan. La falsa devoción a Dios. Los médicos charlatanes que lo curan todo (¡y a bajo precio!). La mala educación que enseñan los profesores. Y muchos más. Podría seguir enumerando, pero la gracia es ver y juzgar por uno mismo. Simplemente una genialidad que se mofa de la estupidez humana.
Bajo al subterráneo y me topo con Picasso, que no me impresiona con sus cerámicas y retratos, definitivamente aquí no está la esencia de Pablo. Lo que sí son simplemente geniales son sus ilustraciones. “La Célestine” y “El magnífico Cornudo” – dos colecciones de comedias- que revelan las pulsiones eróticas y el buen sentido del humor del autor. Incluso, en esta última serie, Picasso se retrata en el personaje del minotauro, que sin duda, es su alterego ridiculizado.
Y por último, recorro el surrealismo de Miró. Voy rápido, porque Miró es Miró, y cualquiera puede interpretar lo que quiera en estas líneas negras rellenas de colores. Son las huellas digitales de Joan. Sólo él sabe qué plasmó en su intención por graficar los poemas surrealistas de sus amigos de la época. Lo que se observa en “Ubu Roi” o en “El martillo maestro”, series de ilustraciones que posteriormente fueron publicadas.
Un excelente panorama para comparar la visión de mundo de tres pulcros artistas que hicieron que los años no pasen desapercibidos a través de sus secuencias artísticas.
“Los tres grandes de España”
La exposición reúne 339 obras que componen series -en aguafuerte y aguatinta- de Francisco Goya, Pablo Picasso y Joan Miró. Comenzó este 30 de marzo y se extenderá hasta el 18 de junio del 2006.
La cita es en la Sala de las Artes del Centro Cultural Estación Mapocho, de lunes a jueves de 9:00 a 19:00 horas. Y viernes, sábado, domingos y festivos de 10:00 a 20:00 horas. Entrada general $3.000, estudiantes y adulto mayor $1.500.
Sin duda, Goya fue un gran observador de las falencias de su sociedad, y las grabó en claros y oscuros que ironizan las aberraciones conductuales de nuestros antepasados. Absurdos que aún no han cambiado mucho hasta nuestros días, como las viejas copuchentas que intentan a como de lugar salirse con la suya. Las críticas a la banalidad e ignorancia a quienes nos gobiernan. La falsa devoción a Dios. Los médicos charlatanes que lo curan todo (¡y a bajo precio!). La mala educación que enseñan los profesores. Y muchos más. Podría seguir enumerando, pero la gracia es ver y juzgar por uno mismo. Simplemente una genialidad que se mofa de la estupidez humana.
Bajo al subterráneo y me topo con Picasso, que no me impresiona con sus cerámicas y retratos, definitivamente aquí no está la esencia de Pablo. Lo que sí son simplemente geniales son sus ilustraciones. “La Célestine” y “El magnífico Cornudo” – dos colecciones de comedias- que revelan las pulsiones eróticas y el buen sentido del humor del autor. Incluso, en esta última serie, Picasso se retrata en el personaje del minotauro, que sin duda, es su alterego ridiculizado.
Y por último, recorro el surrealismo de Miró. Voy rápido, porque Miró es Miró, y cualquiera puede interpretar lo que quiera en estas líneas negras rellenas de colores. Son las huellas digitales de Joan. Sólo él sabe qué plasmó en su intención por graficar los poemas surrealistas de sus amigos de la época. Lo que se observa en “Ubu Roi” o en “El martillo maestro”, series de ilustraciones que posteriormente fueron publicadas.
Un excelente panorama para comparar la visión de mundo de tres pulcros artistas que hicieron que los años no pasen desapercibidos a través de sus secuencias artísticas.
“Los tres grandes de España”
La exposición reúne 339 obras que componen series -en aguafuerte y aguatinta- de Francisco Goya, Pablo Picasso y Joan Miró. Comenzó este 30 de marzo y se extenderá hasta el 18 de junio del 2006.
La cita es en la Sala de las Artes del Centro Cultural Estación Mapocho, de lunes a jueves de 9:00 a 19:00 horas. Y viernes, sábado, domingos y festivos de 10:00 a 20:00 horas. Entrada general $3.000, estudiantes y adulto mayor $1.500.
Sitio web:
www.los3grandes.cl
Por: Bárbara Ahumada A.
Por: Bárbara Ahumada A.
